Reflexiones y diatribas de uno 🧉

Metete las manos en los bolsillos

Imagen de hombre con las manos en los bolsillos

Ayer luego de varias semanas sin revisar mi RSS ni entrar a los blogs que habitualmente leo entré al blog de Adrián Perales (a quien considero un referente del blogueo en español) y leí su posteo Navegante inquieto 24-04 en el que comparte 30 links a entradas de otros blogs que le han resultado de interesante lectura. En ese mismo posteo encontré uno llamado Reply Guys de alguien llamado Rodrigo Ghedin que creo es de Brasil.

Esto de los “reply guys” me resultó interesante y busqué en Wikipedia qué es lo que significa:

El artículo tiene incluso algunos ejemplos con dos mujeres que recibieron un acoso notable de este tipo de sujetos y lo explica muy bien (aclaro que está en Inglés), pero de todo lo que habla lo que me llamó la atención y me interpeló fue el siguiente párrafo:

Otros tiempos

Recuerdo alrededor del año 2010 cuando mis padres se hicieron una cuenta de Facebook (una sola para los dos) me preguntaron cómo podían hacer para contestar todo porque les resultaba imposible ver que alguien les había enviado invitación o comentado en alguna foto y no responder a ello. Según ellos era descortés y hasta un signo de mala educación no hacerlo, sentían que dejaban pagando a la otra persona como si luego de comentar se hubieran quedado esperando una respuesta sin hacer otra cosa. Me llevó un largo tiempo ayudarles a que comprendieran que nada de eso era una conversación, que simplemente alguien comentaba y luego seguía con su vida sin recordar que lo habían hecho. Solamente tenían que responder lo que querían, cuando querían y a quien les diera la gana.

Casi tres lustros después vengo a encontrar que existe una cantidad de especímenes que no puede evitar responder pero por motivos totalmente diferentes… Quizá sea que estén seguros de que si no molestan nadie les dará registro alguno o cualquier otra cosa, pero realmente no pueden parar. En el canal de YouTube que usamos con mi esposa para dar a conocer nuestro trabajo en el que enseñamos con tutoriales paso a paso encuentro algunos comentarios que son tan fugaces como vacíos. Cosas como “hablas mucho”, “está mal el título” y una que me resultó sencillamente impresionante. Un video tutorial que tiene una introducción hablando del autor de una obra y luego la explicación propiamente dicha fue interceptado por un ser de luz que dijo algo como “Si hubiera querido saber del autor hubiera buscado en Google”…

Las manitos en los bolsillos

Claro está que no uso las redes sociales excepto por trabajo, sino seguramente esto no serían noticias para mí. Imagino que por mi edad he quedado excluído de esa ola estupidizante (seguro que no de otras) que ha hecho que estas personas, en su mayoría tipejos no puedan evitar escribir alguna oración unimembre y seguir en dirección hacia la siguiente. Será que les prometieron juguetes para navidad y recibieron un par de medias, será que un hermanito menor les apagó la velita de la torta mientras le cantaban el feliz cumpleaños cuando eran niños o alguna otra situación que les dejó una sensación de inexistencia que solo pueden suspender momentáneamente con el botón de “comentar”…

Así que, comenzando mi cuarta década, vengo a aprender que esos que en mi infancia les llamábamos simplemente imbéciles ahora se llaman “reply guys”. Lo que más les deseo es que se metan las manos en los bolsillos y dejen de molestar a los demás, aunque quizá sea demasiado pedir.…

Será hasta la próxima, espero la providencia les libre de este tipo de ejemplares 🧉


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